A la hora de decorar un dormitorio solemos tener en cuenta el mobiliario, el color de las paredes… Pero en muy pocas ocasiones se valora la iluminación, cuando es un aspecto crucial en la estética de la habitación. No es raro ver en viviendas nuevas una bombilla colgando de un cable en el techo. Si quieres sentirte cómodo en tu dormitorio, debes contar con una buena iluminación, y eso depende de cada estancia. A continuación te damos unos cuantos consejos para que tu habitación brille con luz propia.
Antes que nada
Antes de empezar debes tener claros unos cuantos puntos, como la orientación de la alcoba, la disposición de los muebles, la ubicación de los puntos de luz y el número de ventanas. Es decir, tanto la orientación, como cuántas ventanas tengas influirán mucho en la iluminación natural de la habitación. Y la disposición de los elementos determinarán dónde y cómo puedes instalar las lámparas dormitorio.
Por otro lado, también es muy útil saber qué actividades vas a realizar en dicha sala. A ver, es obvio que la principal actividad de un dormitorio es dormir, como su propio nombre indica, pero, ¿tienes la costumbre de leer en la cama? ¿Eres de los que ven la TV hasta que se quedan dormidos? ¿Vas a trabajar en el dormitorio? Dependiendo de las actividades a realizar, se pueden establecer distintos ambientes.
Cómo iluminar bien un dormitorio
Existen dos tipos de luz, la difusa y la direccional. La direccional es la que utilizamos para tareas en las que tenemos que ver con claridad, como por ejemplo, leer un libro. La luz difusa sirve para iluminar zonas de manera homogénea y no molesta tanto a la vista. Por supuesto, la direccional provoca más sombras al ser más directa, que la difusa.
Sabiendo esto, tienes que jugar con las luces y las sombras, y sobre todo, con la altura de la habitación.
Es decir, puedes colocar lámparas en la parte alta de los armarios y combinarlas con, por ejemplo, las lámparas de la mesita, o una lámpara de pie. Si cuentas con un techo alto, un truquito para dar la sensación de ser más bajo es instalar una lámpara en el techo que alumbre hacia arriba.
Si en el paso anterior has determinado que tienes una habitación oscura, ya sabes, número reducido de ventanas y una orientación que permite poca luz, entonces te vendrán de perlas las bombillas de alta temperatura junto a unas paredes de color blanco que aumenten la sensación de luminosidad.
Resumiendo, para iluminar bien un dormitorio los puntos importantes donde poner luz son las mesitas de noche, los armarios, el tocador y, por supuesto, el techo. Si quieres dar luz a algún elemento decorativo como un cuadro, está bien, pero no sobrecargues la habitación de luz. Eso satura muchísimo.
Si la alcoba es pequeñita, con un punto de luz en el techo y otros en las mesitas será más que suficiente.
Y hasta aquí nuestro artículo sobre cómo iluminar una habitación. Esperamos haberte ayudado y que tu dormitorio cuente con la luz necesaria para hacerte sentir cómodo.