Adquirir un inmueble representa una de las decisiones más trascendentales en la vida de las personas, ya sea como lugar de residencia, inversión o segunda vivienda. Antes de dar este paso, es crucial tomar ciertas precauciones para asegurarse de que la compra sea un éxito. Aquí compartimos una serie de consejos que podrían ser de gran utilidad para aquellos interesados en adquirir una propiedad.
El primer paso es definir claramente las necesidades y el presupuesto. Es fundamental tener claro el tipo de propiedad que se desea comprar, ya sea un piso, una casa o un terreno, y establecer prioridades respecto a la ubicación, el número de habitaciones, servicios cercanos y transporte. En cuanto al presupuesto, es vital analizar los ingresos, ahorros y capacidad de endeudamiento, incluyendo los gastos adicionales como impuestos, notaría, registro y posibles costos de hipoteca. Un buen consejo es evitar que las cuotas hipotecarias superen el 30-35% de los ingresos mensuales.
Contar con asesoramiento profesional es una de las decisiones más acertadas al considerar la compra de un inmueble. Una agencia inmobiliaria puede ayudar a localizar propiedades en la zona deseada y a negociar un mejor precio con el vendedor, facilitando también todos los trámites documentales. Esto no solo constituye un ahorro de tiempo, sino que minimiza las preocupaciones durante el proceso.
Es crucial realizar una correcta tasación del inmueble. Este paso permite conocer el valor real de la propiedad y garantizar que el precio pedido corresponde al valor de mercado actual. Los bancos suelen exigir una tasación profesional al conceder una hipoteca. Herramientas como RealAdvisor, que utiliza inteligencia artificial y datos del mercado, ofrecen valoraciones precisas, comparativas y tendencias que ayudan a tomar decisiones informadas.
Otro aspecto vital es verificar la situación legal del inmueble. Es necesario asegurarse de que la propiedad está libre de cargas y problemas legales mediante una nota simple del Registro de la Propiedad. Así, se pueden identificar hipotecas, embargos u otros impedimentos.
Inspeccionar el estado del inmueble es igualmente importante, especialmente en viviendas de segunda mano. Es crucial revisar la estructura, fontanería, electricidad, aislamiento térmico y acústico, además de identificar cualquier desperfecto visible. En caso de dudas, contratar a un profesional para realizar una inspección técnica es una buena opción. Para nuevas construcciones, se debe verificar que el constructor cumple con las garantías legales y evaluar la calidad de los materiales y acabados.
Finalmente, es esencial evaluar todos los gastos asociados al precio del inmueble, incluyendo los costos de escritura, registro, tasación, gestoría, impuestos o IVA (para obra nueva), seguros y gastos de comunidad. Tener una idea clara de estos desembolsos ayuda a planificar el presupuesto de manera realista.
En conclusión, al comprar un inmueble, es recomendable no quedarse con la primera opción que se encuentre. La búsqueda y comparación de diferentes alternativas, junto con el uso de herramientas que faciliten el proceso, evitará sorpresas desagradables y garantizará una compra exitosa.